“Los hechos y personajes de esta novela no son producto de la imaginación; ante cualquier semejanza con su propia vida consulte inmediatamente a un psicologo o especialista en casos perdidos ”.
Aprendí que la suma de dos y dos son cuatro, que hay que dar mas de lo que se recibe. Que no hay que ilusionarse demasiado. Que la vida es un regalo. Me enseñaron que el futuro no esta escrito, que el universo es infinito y que nosotros somos personas diminutas casi inexistentes. Aprendí que el tiempo pasa, que las arrugas salen, que las tetas se caen y que la belleza no es lo mas importante. Aprendí a no creer en las promesas, a confiar en casi nadie y a contar con los dedos de una mano a quien de verdad siempre estuvo a mi lado. A querer a quien me quiere.